jueves, septiembre 29, 2011

Santiago 2011: Diario Físico de un viaje de Virgilio Sieni


Este viaje es una intervención de lugares patrimoniales y emblemáticos de la ciudad de Santiago. En cada uno de ellos, personajes reales se apropian del espacio y enaltecen y honran su oficio y su vida.
Sus manos fueron puestas bajo la lupa del creador Virgilio Sieni, quien desde su italiana extranjería descubre la idiosincrasia chilena oculta detrás de miles de capas modernizantes.
En un corto recorrido se lleva a los espectadores a los magníficos recintos señoriales, con molduras, vitrales, columnas y mármoles, que se asombran de recibir a estos sencillos y profundos personajes cotidianos.

La convocatoria fue reunirse en la Plaza de Armas de la ciudad de Santiago. Allí un grupo de edecanes se encarga de dirigir al grupo de 50 espectadores en el recorrido que comienza en la Ex Vicaría de la Solidaridad. Este lugar está vinculado a la memoria de la represión y la violencia del régimen militar en Chile. Allí cuatro arpilleristas (señoras bordadoras), se mueven en una danza lenta, sencilla, cargada de significado, que recuerda como mediante su arte narraban la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos.
Finalizada ésta, el grupo es trasladado, por la calle, hasta el edificio de los Tribunales de Justicia. En un hermoso patio, está montada una cancha de Rayuela, juego típico campesino desde la época de la colonia. Un jugador solitario, va describiendo con desplazamientos y cambios de niveles, en una coreografía lineal y masculina, un preámbulo a su jugada final, arrojar la rayuela.
En el mismo edificio, los espectadores se movieron a otro espacio. Se ubicaron sobre un piso lustroso e impecable en un extremo del sitio, para ver a un mezclado grupo de mujeres mayores y jóvenes danzando juntas, compartiendo el darse la mano, abrazarse y escucharse unas a las otras a pesar de las diferencias.
El cuarto lugar fue el edificio de la Cámara de Diputados, un salón señorial con grandes sillones, mesas y muebles exquisitos, donde un artesano y conocedor de las maderas, con un tocado de ramas, recorrió con sus curtidas manos los objetos de madera y admiró a los presentes con una poesía de Neruda, donde el poeta enaltece las maderas nativas.
La última estación del recorrido fue el edificio de Correos de Chile. Allí cuatro canteros, representantes de la antigua tradición de trabajar la piedra, con movimientos acompasados, lineales y fuertes llegaron a instalarse en el centro del recinto y con golpes de sus mazos, en pocos minutos hicieron aparecer de unas rocas informes, cuatro perfectos adoquines como prueba de su destreza.

El trabajo hecho por el italiano Virgilio Sieni es muy hermoso, emotivo, cargado de significado. El artista dijo “Lo que me interesó fue trabajar con estas personas una idea antropológica, psicológica, pero sobre todo poética”.
Trabajó con cerca de veinte personas durante un mes, en espacios simbólicos para realizar la intervención. Buscó una capacidad poética en los trabajos cotidianos de los artesanos elegidos. A partir de ello y cambiando el tiempo de los gestos y la suspensión de su continuidad logró crear nuevas imágenes y acercar al espectador a reconocer lo especial de lo elemental.
A partir de ello cabe preguntarse: ¿Porqué un artista extranjero tiene espacio, tiempo y recursos para disponer de los lugares tan ansiados por los artistas chilenos?
¿Será que la cultura en su país tiene un sitio preponderante, que los artistas son reconocidos, respetados y que su creatividad no es puesta en tela de juicio?
¿Será qué las autoridades chilenas por ser un artista del primer mundo, acepta que sus obras no son solo ocurrencias y cede generosa los espacios patrimoniales para la realización del proyecto?
¿Será que los artistas nacionales no se permiten ni soñar con apropiarse de los lugares que le pertenecen por derecho propio?

Virgilio Sieni bailarín y coreógrafo italiano, estudió primero danza y luego arquitectura. La danza y la arquitectura son los campos donde se ha movido siempre, como “un arquitecto del movimiento”. Dirige su compañía desde 1983 en Florencia.

martes, marzo 29, 2011

www.mujer.com


Compañía

Generación del Ayer

Mabel Diana


Cuatro áreas redondas marcadas por luz cenital, entran dos mujeres y un hombre vestidos con trajes oscuros, calzando zapatos, llevan portadocumentos y anteojos. Se desplazan caminando decididos, son urbanos, eficientes, trabajadores de cuello blanco. Contenidos, estructurados, rígidos. Salen dos de ellos y queda sola una de las mujeres.

Llega a su lugar, a su espacio, al sitio donde puede ser ella. Se suelta el pelo, se desabrocha el saco, se mueve de otra manera. Se atreve a mostrarse tal cual es, no tiene público, no necesita estar envuelta ni amarrada. Se anima a sentirse, a dejarse ser. Carmen Aros en una interpretación precisa y convincente. Regresa el hombre, su actitud es diferente es alegre, está seguro, su espacio es todo, no necesita encerrarse. Al aparecer la otra mujer se atraen y comienza una danza de dos. Él la levanta, la sostiene, juega con ella. Sonia Uribe y Gastón Baltra hacen disfrutar con su intervención aunque sus personajes están esbozados y quieren ser más desarrollados. www. mujer. com es una danza de tres, un comienzo para profundizar. Se siente que puede ir más allá.


En la actualidad hay un culto a la juventud, a la belleza, a los cuerpos perfectos. Y por otro lado una población mundial que envejece a pasos acelerados. En poco tiempo el público será también un público mayor. Y los actores serán también de la edad del público.

Ya en Europa y en el continente americano hay compañías con bailarines mayores. Jiri Killian apostó a ello. Y el nivel es realmente extraordinario. No se apuesta a la destreza física, se apuesta a la interpretación de excelencia. Eso es lo que debemos exigir. Porque eso será lo que conmueva, lo que seduzca. Un Kazuo Ohno a sus ochenta años deslumbraba. Buscar entonces la excelencia interpretativa. Lo que se presente debe ser hecho con el alma. Tan pensado y desmenuzado que no se le pueda ignorar. Una gran tarea, pero el arte exige esa entrega.

A los jóvenes se les permite ser apresurados, equivocarse, o ser confusos. A los mayores nos toca ser consistentes decir lo que sale de la cabeza con el corazón.

La Generación del Ayer se arriesga, no es fácil presentarse en una función compartida con jóvenes bailarines, ante un público acostumbrado a los cuerpos elásticos y bellos, y con una publicidad que muestra sólo el éxito de los adolescentes y todo lo que hay que hacer para combatir las terribles arrugas...

La Generación del Ayer baila, se sube al escenario junto a ellos, muestra que se puede mover y expresar con intensidad sus sentimientos. Ellos son Carmen Aros, Sonia Uribe y Gastón Baltra. La coreografía www.mujer.com es de Carmen Aros y la música de Gustavo Becerra –Schmidt. Las fotografías son de Oscar Arriaza