martes, mayo 18, 2010

Desierto de Mediodía

Ana Carvajal se instala con un solo coreográfico en el Espacio Patricio Bunster de Matucana 100, y nos recuerda su obra Cocina(2003).


Ella sola, jugando con el tiempo mas que con el espacio, se dedica a no hacer nada.


Convirtiendo lo que Humberto Giannini llamó “El demonio del mediodía”, en el “Desierto de mediodía”. Ese momento en que todo se aquieta anunciando la proximidad de la siesta. Costumbre acechada por el correr vertiginoso de las obligaciones cotidianas.


Ese momento del día cuando la posición del sol hace que nada tenga sombra, que todo pierda perspectiva.


Ana Carvajal busca como ocuparse, como pasar el tiempo muerto.


Un diseño escenográfico que la rodea y la contiene. Un semicírculo en el suelo marcado por cortas líneas, como parte de un reloj imaginario. Una mesa larga y delgada, sale de la pared y se apoya en ella, con dos patas terminadas en ruedas que le permiten abrirse como compás hacia el frente y a los lados, como una gran aguja que marca las horas, secciona el espacio en porciones y fuerza a la intérprete a ser parte obligada en ese juego imaginario y desprovisto de fin. Sólo para pasar el tiempo.



La pared es un plano rectangular, blanco, colocado en el espacio. Tiene una ranura-buzón por donde llega el afuera. Cartas con pedazos de cartas. De las mismas cartas con las que arma solitarios interminables. Trabaja con hojas de papel que se convierten en avioncitos, en flores, en cielos e infiernos. Mazos de cartas que se despliegan, se arrojan y se recogen. Papeles plegados, extendidos, haciendo caminos y formas.



El tiempo transcurre y la única energía surge de la pared. “Algo-alguien” mueve la escena. La acosa modificando el espacio. Ella esquiva o se acopla al movimiento. Pero todo permanece. La que gana es la modorra de la siesta.



Paz Carvajal realizó el diseño de la escenografía. Germán Henríquez participó en la investigación coreográfica y es asistente de dirección y diseñador de la iluminación.


La dirección, investigación coreográfica e interpretación estuvo a cargo de Ana Carvajal.



Vemos que Ana Carvajal vuelve a encerrarse dentro de los límites de las paredes. Como en Cocina(2003) y en Medir la Distancia(2009), ahora en Desierto de Mediodía(2010) busca marcar hasta donde puede llegar. Pone tope a sus desplazamientos. Como si no quisiera moverse. Parece que el espacio abierto le incomoda y necesita los límites para expresarse.


La puesta en escena nos remite a los espacios citadinos reducidos, habitados por solitarios. Esos que entablan relaciones con las cosas; que animan los objetos para no dejarse abrumar por la soledad.


El resultado es interesante. Todo el tiempo del mundo para jugarlo, para perderlo, para ganarlo. Una hora para hacernos recordar lo valioso que es, darnos chance de perder el tiempo.



La Compañía Por Defecto Danza fue seleccionada para realizar el proyecto “Desierto de Mediodía”, por la convocatoria Conexión Danza, que “busca estimular el desarrollo sostenido de la danza contemporánea, favoreciendo la investigación coreográfica como exploración activa de nuevos lenguajes escénicos. La misión común es estimular la profesionalización de la danza nacional, tanto en sus fases de investigación y creación, como en sus aspectos técnicos, de producción y creación de audiencias. Con este objetivo se han unido tres instituciones culturales el Centro Cultural Andanamapu, Matucana 100 y la Corporación CCCI (Cultura, Ciudadanía y Cooperación Internacional).